IMÁGENES RETOCADAS DE PAREJAS CÉLEBRES

17 junio 2015
Mastroianni y Eckberg

Mastroianni y Eckberg: La Dolce Vita

Cuan presto se va el placer / cómo, después de acordado, / da dolor. ( Cómo, a nuestro parecer, / cualquier tiempo pasado / fue mejor. (Jorge Manrique: Coplas a la Muerte de su Padre)

El director de cine Federico Fellini, que no debió ser un hombre tan alegre como pretendían sus películas, reunió en L´Intervista a dos de sus actores favoritos, Anita Eckberg y Marcello Mastroianni, que participaron en La Dolce Vita, donde ambos se encuentran en la plenitud de sus dotes de seducción. Su recorrida por Roma de noche, que culmina en la escena de la Fontana de Trevi, es una de esas imágenes que alimentó la ensoñación de millones de espectadores de hace medio siglo. En L´Intervista, en cambio, Mastroianni filma un comercial disfrazado del mago Mandrake, Eckberg ha engordado y vive retirada del mundo del cine, en medio de la campiña romana, acompañada solo por sus perros. Confrontarlos con lo que fueron veinte años antes, no pasa de ser una crueldad innecesaria para ambos y una evidencia penosa para sus admiradores. ¿Por qué habrían de mantenerse iguales o incluso mejorar sus imágenes al envejecer? Lee el resto de esta entrada »


INEVITABLES DESILUSIONES DE LA VIDA EN PAREJA

11 junio 2015

El desengaño camina sonriendo detrás del entusiasmo. Germaine de Stael)

Gustave Dore: Cenicienta

Gustave Dore: Cenicienta

En los cuentos de hadas que se le cuentan a los niños, sin preocuparse de las expectativas respecto de la vida real que se siembran en ellos, Cenicienta, Blancanieves o incluso la Bella Durmiente, son figuras con las que resulta imposible no identificarse. Ella encuentran a sus respectivos príncipes, llegados no importa de dónde, que se enamoran a primera vista y las conducen al altar. Gracias a estos hombres, las jóvenes comienzan a disfrutar una etapa de felicidad ininterrumpida y prolongada, en la que nadie ronca en las noches, ni toma decisiones inconsultas al organizar unas vacaciones, ni se le ocurre cometer infidelidades, ni se enreda en discusiones por estupideces que mejor se hubieran dejado pasar.
Los cuentos de hadas prometen, a quienes los oyen en el momento en que son más impresionables, que es deseable y posible ser felices y comer perdices ilimitadamente. ¿Solo perdices todos los días? El privilegio de alimentarse exclusivamente con un ave de caza que cuesta conseguir, aunque sean preparadas de mil maneras por los chefs de palacio, promete derivar pronto en una monotonía insostenible o en hambruna. Lee el resto de esta entrada »